La Universidad Marista de Mérida renovó ayer su convenio de colaboración con el Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM) para el fomento y apoyo de proyectos con visión empresarial.
En 2021 surgieron de esta universidad privada 29 proyectos de emprendimiento de alumnos que siguen su proceso de incubación y en este 2022, según deseó el director general del Iyem, Antonio González Blanco, ojalá sean muchos más.
Según explicó, datos del Inegi revelan que, a pesar de la crisis económica y otros problemas generados por la pandemia de coronavirus, el emprendimiento en Yucatán no se detuvo, sino todo lo contrario: se duplicó.
Durante la firma del convenio de colaboración en materia de emprendimiento, el licenciado González Blanco informó al rector de la Marista, Miguel Ángel Baquedano Pérez, que en los dos últimos años hubo más de 33,000 nacimientos de unidades económicas en el estado derivado de proyectos yucatecos.
Más de 13,000 unidades económicas fueron de 2019 que se dieron a conocer en 2020 y otras 20,000 son de 2020 que se difundieron en 2021.
Lo que el director del Iyem dijo con orgullo es que la mayoría de los proyectos de emprendimiento es del talento de las mujeres que tratan de romper la desigualdad y buscan su independencia económica, patrimonial y matrimonial.
“En lo que va de la administración estatal hemos apoyado a más de 80,000 personas emprendedoras para que se autoempleen con su proyecto, generen otros y saquen adelante a sus familias”, destacó González Blanco. “Acaban de salir los datos del Inegi y nos indican que en 2020 hubo más de 20,000 unidades económicas en el Estado que salieron del emprendimiento”.
“Esto nos demuestra que a pesar de todos los retos de la pandemia, el emprendimiento no solo no se ha parado, sino que se ha incrementado, no ha dejado de crecer”.
También refirió que hoy existe un acompañamiento y una demanda de mercado con lo cual cualquier proyecto puede tener éxito. El Iyem siempre irá de la mano con las universidades, sectores y agrupaciones que generan talento y con una visión de inclusión.
El Iyem abrió sus programas a los alumnos, docentes y padres de familia de la universidad que tengan interés de crear algún negocio ahora o a futuro porque cada centavo que disponga la dependencia será para el apoyo del talento de mujeres y hombres.
El rector Baquedano Pérez contó el caso de éxito de un empresario de la construcción que sin asesoría especializada, sin acompañamiento de instituciones, hoy tiene un patrimonio sólido que le permitirá vivir cómodamente su retiro.
